¿Sabías que la gastronomía italiana ha recibido influencia países como Grecia, África o los países Asiáticos?
Aunque es una gastronomía de lo más característica, su cocina es una de las más variadas del mundo.
Sin duda, cuando pensamos en “gastronomía italiana” lo primero que se nos viene a la mente es pasta y pizza.
En la cocina italiana se juntan y combinan una gran variedad de aromas y sabores representativos del mediterráneo.
Origen de la gastronomía italiana
La comida italiana tiene origen urbano, nace en la sociedad y civilización italiana.
Aunque es cierto que el verdadero origen de esta comida comenzó cuando después de caer el imperio romano.
En ese momento las cocinas italianas se separan para desarrollar su propia cultura, alimentación y tradiciones.
El momento que más influyó en la cocina italiana fue el descubrimiento de América, y con él, la llegada de nuevos ingredientes como la patata y el tomate, la base de muchos platos típicos de la gastronomía italiana.
Has de saber que según la zona de italiana que visites, debes probar determinados platos que son típicos en dicha parte del país.
Platos típicos
Por un lado, en el norte es donde más pasta cocida, sopas, carnes hervidas, vino o mantequilla se consumen.
Del norte italiano es de donde proviene el carpaccio o el risotto, ¡Platos exquisitos que tienes que probar!
Por otro lado, en la zona más céntrica, encontramos alimentos como el aceite, embutidos, una gran variedad de carnes, y mucho más.
También platos tradicionales y muy reconocidos como la bistecca, que es un corte de solomillo de delicioso sabor y tradición.
Por último, en la zona sur de Italia, donde la sencillez se aplica a la gran mayoría de platos, y donde encontramos la joya de la corona de la gastronomía italiana: la pizza.
Esta es la cocina que más se reconoce fuera del país, aunque también tienen elaboraciones como spaguetti o macarrones que son frecuentes en esta zona.
En Ôven nos hemos encargado de traer todos estos platos de la gastronomía italiana a España.
Ahora que viajar está más complicado, ¿por qué no permitir a nuestros paladares transportarse hasta la toscanna?